jueves, 23 de octubre de 2008

Un lío de cojones

Así es como califica el agente superior de la CIA interpretado por J.K. Simmons todo lo ocurrido en la última de los Coen. "Un lío de cojones." Nada más lejos de la realidad, porque en 'Quemar después de leer', los hermanos vuelven a demostrar que son los mejores moviéndose en terrenos farragosos como ya hicieran en 'El gran Lebowski', otro grandísimo galimatías, probablemente uno de los más grandes que ha dado el cine. Porque escribir un guión así sin perder el hilo en ningún momento es algo que sólo está al alcance de muy pocos, y los Coen siempre salen airosos de este tipo de tramas confusas y sin sentido.



Intentar explicar de qué va la película con precisión es algo muy complicado. Sabemos que Manolo, un empleado de un gimnasio, encuentra "tirado ahí mismo" un cd con las memorias de un ex agente de la CIA. Que otra de las empleadas de ese mismo gimnasio necesita dinero para realizarse varias intervenciones quirúrgicas con el fin de mejorar su cuerpo, que su amigo es muy idiota (como todos) y propone chantajear al ex agente de la CIA creyendo que así le dará una recompensa por el cd. Que la mujer del ex agente se lo monta con la nueva cita por internet que ha conseguido la mujer del gimnasio, que esta misma mujer del ex agente intenta divorciarse de él, que el encargado del gimnasio, que antes fue sacerdote ortodoxo, está locamente enamorado de su empleada, que... que... no sé, ya me he perdido, y eso que sólo he intentado escribir tres jodidas líneas de la trama. Imaginaos cómo sería escribir el guión entero de tal paranoia. Cualquier persona que no fuera ni Joel o Ethan Coen no hubiera llegado ni a la mitad del primer acto.


En definitiva, 'Quemar después de leer' es una visión de la estupidez y la idiotez humana o americana que no deja títere con cabeza. Con varios de los inconfundibles elementos del universo coeniano puestos sobre la mesa, muy identificables (el tipo que sigue a Clooney constantemente con el coche, el insuficiente padre de Malkovich...). Con los caricaturescos Frances McDormand, George Clooney, Tilda Swinton, Brad Pitt, Richard Jenkins y John Malkovich, que está incomensurable, casi como siempre, los principales encargados de hacer realidad esta socarronería con sus anárquicas interpretaciones. "Sacad al idiota que lleváis dentro. " Les decían los Coen. Y es que ver a Brad Pitt con esa cara de gilipollas no tiene precio, también los demás, pero Pitt en especial, porque a Clooney ya le vimos en 'O'Brother' y en 'Crueldad Intolerable' con esas muecas. De hecho ha confirmado que es el último idiota que hace. Los Coen ya se han lamentado por la pérdida.
Sé que con ellos no puedo ser imparcial, pero aunque lo fuera, seguiría diciendo que son unos genios y que sus películas, incluso las que son llamadas "obras menores", son jodidamente magistrales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bien descrito todo chaval